31 de enero de 2014

Como un sencillo engaño se ha vuelto una cuestión de honor

Os voy a contar una anécdota curiosa.

Un bello día he decidido registrar un blog. Un blog cualquiera en una plataforma de blogs gratuitos, de fácil manutención, donde sencillamente escribiría tonterías que se pasan por la cabeza de una chica de 17 años. Algo sin pretensiones.

En vez de coger un dominio recién registrado, he decidido coger un dominio con mayor antiguedad pues es de conocimiento general que los dominios antiguos son mejores que los nuevos.

Me puse a buscar listados de blogs de blogger que ya se habían dado de baja, muchos aún no estaban disponibles pero encontré uno con un nombre que me pareció gracioso: Pikiyinas se viste de fieltro. Pensé: vale, habrá sido blog de una chica que usó el nombre de un personaje de su libro de cuentos de niños preferido.

No es que el nombre me enamorara, pero pensé: es gracioso, está disponible, sin darle más vueltas al tema, lo registro.

El mismo día empiezo a recibir un montón de mensajes avisándome que el nombre de susodicho blog ahora era una marca, que la gente que lo registró tenía incluso una web punto com con el mismo nombre, etc.

Mi primer instinto obviamente fue el de pensar: vaya, no lo sabía, lo borro ahora mismo, no quiero polémicas ni tengo la menor intención de tener un blog con el nombre de una marca. Entonces fui a archive.org y consulté los primordios del blog. Sí que era un blog con bastante actividad en el pasado. Si ahora era una marca: ¿Por qué sus dueños lo habrían abandonado de esa manera? La gente es muy irresponsable, pero vamos: lo borro y ya está.

El problema es que los mensajes avisándome que este era el nombre de una marca eran muy raros. Alguno vamos a decir que era un poco educado, pero la mayoría de los mensajes eran beligerantes y mal educadísimos, con tono de amenaza y juicios morales.

Esta señora me quería enviar a la cárcel, vean uds. Pues nada, ella que se ponga a probar que he cometido "crimen de usurpación de identidades", algo tan sencillo de probar por cierto (el que acusa tiene el deber de reunir pruebas, ¿no es así?)
Esta señora alucina que estoy "copiando el trabajo de los demás". Sí, porque he registrado un blog sin saber que era nombre de una marca y ya me había comprometido a borrarlo.
La señora Lola Gominola también haz de todo esto la Santa Inquisición. Dios mío, ella sí que es creativa y aporta muchísimo.
Aquí la misma señora de antes se pone a cuestionar mi nacionalidad, llamándome PANCHITA, nombre xenófobo y despectivo usado para referirse a inmigrantes de Latinoamérica. Comentaros que con esto ha dejado a una cliente venezolana de la propia marca profundamente decepcionada.

Lo que más me incomodan son los juicios morales. Ahí está mi talón de Aquiles. Vamos a ver, no soy tu competencia, no te quiero hacer daño, ni conozco tu marca, no frecuento tu mundo craft, me he comprometido a borrar el blog en el mismo instante en que supe que aquel blog de nombre gracioso se había transformado en una marca. ¿Y me vienes a decir que tengo mala fe, que no tengo creatividad, que soy esto, que soy aquello y no sé que más?

Mi error fue el de ser educada, diplomática y de justificarme explicando que no conocía la marca, que no había actuado con segundas intenciones y todo esto. Porque no han hecho más que tratarme cada vez peor y peor y peor. El tema se ha vuelto una pesadilla.

Aquí os dejo una lección. Mucho cuidado en internet. En este mundo, la diplomacia vale más que cualquier cosa. Si no sabes como funciona el mundo de las leyes y menos aun como la misma se aplica en este mundo virtualizado, no metas la pata.

Para tener este blog dado de baja en el mismo día en que lo cogí por despiste os bastaba una única cosa: EDUCACIÓN. De esas que te ayudan a ser conseguir lo que quieres con elegancia y rapidez, sin dolor de cabeza y sin problemas.

No la tuvisteis, no la tenéis, ni sabéis que concepto es este.

En internet, miles de personas registran nombres de marcas para sacarles provecho comercial todos los días (no era mi caso), miles de personas copian el trabajo de los demás, los textos de otras webs, Control C Control V es la norma aquí y ni el mismo Google consigue controlar todo esto. ¿Qué podremos decir entonces de los tribunales? Si todos pudiesen arreglar problemas como estos con la misma facilidad que pudisteis arreglarlo conmigo, Internet sería un sitio más sano. Por gente como yo, Internet sería un sitio más sano. Por gente como vosotros, no. Yo he hecho mi parte. He dado el blog de baja a pesar de los insultos y juicios morales.

Pero me he arrepentido. Creo que será más útil daros una lección: tuvistéis la suerte de poder arreglar el tema sin problemas pero no supistéis reconocerla. En vez de tratar la cosa con el peso que tenía, "una despistada cogió el blog, pero hablamos con ella y ya lo dio de baja, punto, problema arreglado", preferisteis el morbo, la inquisición, el juicio de la pandilla convocada por vosotros. Personas malas como vosotros, así de sencillo. En mis mensajes se podría apreciar mi buena voluntad y ¿aun así no la valorásteis? ¿Pudistéis arreglarlo en 1 sencillo mensaje pero preferisteis generar 50 mensajes para no arreglar nada al final? A aguantarse ahora.

No voy a usar este blog para nada, no me interesa, no voy a escribir aquí. Aqui os dejo. Si créeis que es vuestro de derecho, a pelear por él. Os va a dar algo de trabajo. Bastante más trabajo que el de arreglar un problemilla banal, de estos que pasan en internet a diario y seguirá pasando, con una chica despistada y de buena voluntad.

Con los beligerantes no hay otro camino que no el de la beligerancia. La gente beligerante no te da las gracias. La gente beligerante atrae ésto, nada más: beligerancia.

Y buenos beligerantes que sois, a pelaros en contra de la empresa dueña de Blogger en los tribunales para que un juez determine la remoción de este blog. Esta empresa se llama Google. Todos los blogs registrados aquí pertenecen a Google.

Es más fácil arreglar cosas con una persona y no con una empresa, pero vuestro problema ahora es con Google, no con Luna Mozer. Lo siento.

Saludos.